
El Síntoma
Llamamos "síntoma" a todo aquello que nos impide vivir una vida plena.
Todo síntoma está asociado a un hecho anterior y anti-biológico, a una historia que quedó inconclusa, truncada, en secreto o en dolor. Sobre todo, a una historia que se mantuvo en una polaridad “yin” o “yang” (femenino/masculino), ya sea en "exceso" o en "falta".
El clan busca la posibilidad de reparar este dolor en la siguiente generación. Por ejemplo, en una generación donde el padre es abusivo, golpeador y constantemente pone en riesgo la vida de su mujer y/o hijos, en la siguiente generación, el padre puede optar por el abandono (por amor biológico). Este ciclo de "violencia/abandono" es un patrón recurrente que se encuentra en la mayoría de los casos.
Usted puede llegar a consulta por un dolor muscular persistente que ha sufrido durante más de 20 años sin encontrar alivio, por patrones recurrentes en sus relaciones de pareja que siempre terminan en infidelidad o separación, o porque su economía está estancada. También puede acudir si no puede tener hijos o si su hijo presenta algún síntoma, adicción o condición física.
Asimismo, puede que tenga alergias, fobias, ataques de pánico o alguna enfermedad crónica.
Los síntomas que pueden trabajarse en consulta son innumerables.
A veces, el consultante tiene muy claro qué es lo que le impide vivir en paz. Sin embargo, hay personas que no identifican un síntoma específico, pero sienten un vacío interno y un sufrimiento persistente, sin importar qué tan bien estén en lo laboral, familiar o económico. Este es el conocido "síndrome del impostor".
Esto también puede abordarse en consulta. Identificar el síntoma es un proceso revelador y transformador; reconocerlo es, además, un acto de valentía.
Curiosamente, al inicio solemos percibirlo como un enemigo, algo que deseamos eliminar cuanto antes. Sin embargo, a medida que avanzamos en nuestro camino de sanación—si el proceso se lleva a cabo de manera coherente, consciente y constante—, terminamos agradeciéndole. El síntoma, al final, nos muestra aquello que tanto queríamos erradicar de nuestra vida.
A quien menos esperamos, terminamos dándole la mano y reconociéndolo como nuestro gran aliado.
El síntoma es el señuelo, el puente que nos conecta con nuestra esencia espiritual y humana, con esa fuerza y unidad que existen dentro de nosotros y en todo lo que nos rodea.
El propósito de todo Humano Puente es llevarte a ese nivel de consciencia y sanación. Agradecerle al síntoma es, sin duda, una señal de que transitas un camino profundo y revelador. Requiere tiempo, como todo lo valioso que haces por ti mismo.
Que exista una historia dolorosa no significa que necesariamente tengas un síntoma. Pero si el síntoma existe, indudablemente hay una historia dolorosa asociada a tu identidad inconsciente.
Bienvenid@s tod@s aquellos valientes.
Si deseas profundizar en un síntoma específico, no dudes en explorar el canal oficial de YouTube👇🏽 • Canal de YouTube de Pablo Almazan
